Hoy se celebra a esas personas extraordinarias que fueron bendecidas como madres, las cuales deberán de superar las deficiencias de su dantecesoras o superar a las que estuvieron llenas de virtudes, que, con amor incondicional, sacrificio y dedicación dan diversos sentido a nuestras vidas, no solo es una fecha más, es un recordatorio de que detrás de cada sueño alcanzado, de cada logro y de cada meta completada con éxito, se encuentra una mujer que con su apoyo y amor incondicional nos ha guiado por múltiples caminos. Son nuestro fuego, refugio e inspiración, nos han enseñado valores, nos han demostrado que no hay obstáculos imposibles de vencer y con sabiduría nos han guiado.
Benditas sean todas aquellas mujeres que tienen la oportunidad de ser madres y muchas otras que toman el lugar de una madre para todo aquellos que carecen de una. Oremos por todas ellas para que sean guiadas en el sentido de la humildad, fortaleza, templanza y sabiduría, para que instruyan a las nuevas generaciones y fortalezcan a las nuevas; Madres constructoras de civilizaciones visionarias que en el futuro llevaran el legado de generaciones con mayores valores sobre la existencia, la energía, el verdadero amor, el camino al desarrollo hacia Dios y los Maestros; ya que solo así habrá una oportunidad para superar todas las condiciones adversas que se han creado desde la ignorancia y la corrupción.
Oremos también no solo por las madres presentes, sino también por aquellas que ya no se encuentran físicamente entre nosotros, pero siguen vivas en nuestros pensamientos y reconozcamos de igual manera a las abuelas, tías, madrinas y todas las mujeres que con su rol maternal han dejado una huella imborrable en nuestras vidas. Que Dios y los Maestros sigan proporcionándoles la fortaleza y la sabiduría que nos dan día con día, y la luz siga iluminando y acompañando su camino, para que sigan cumpliendo el rol de Madres con ese amor incondicional que las caracteriza.