Este día es una ocasión especial para celebrar a los hombres que se han dedicado a amar, cuidar y guiar a sus hijos, es momento de expresarles nuestro agradecimiento por lo que hacen por nosotros, por ser ejemplo de perseverancia y superación, por sus esfuerzos y su voluntad, por su lucha constante para proporcionar a sus hijos lo mejor, por enfrentar los desafíos que se presentan y siempre encontrar la solución, por guiarnos a través de los distintos caminos que nos presenta la vida, apreciamos sus consejos y enseñanzas que han enriquecido nuestras vidas.
La herencia más bella y sorprendente que un padre puede dejar a sus hijos, es la formación de carácter y los pasos a seguir.
Que Dios y los Maestros sigan proporcionales la fuerza y la luz para seguir guiando a sus hijos con sabiduría y amor.
“Cualquier hombre puede ser un padre, pero se necesita algo especial para ser Papá”