El valor de la amistad radica en ofrecer apoyo incondicional y fomentar el crecimiento personal, nos ayuda a disfrutar más de la vida, a encontrar alegría en compañía de otros y en ciertas ocasiones descargar nuestras preocupaciones. Se sustenta con otros valores como la lealtad, solidaridad, empatía y conocimiento y la práctica de tres virtudes: humildad, fortaleza y templanza.
Es un vínculo de afecto, respeto y empatía que enriquece nuestra vida y ayuda a sobrellevar situaciones difíciles. Es un camino de dos vías, en el cual damos y recibimos, la amistad es libre y espontánea.
Agradezcamos a Dios y a los Maestros por la fortuna de encontrar en nuestro camino a esas personas queridas e invaluables que podemos llamar AMIGOS a través del tiempo y de muchas pruebas que se pasan día a día.