La fortaleza es una virtud que nos permite ser firmes y constantes en la búsqueda del bien a pesar de las dificultades.
Implica tener fuerza de voluntad para vencer el temor y los obstáculos que se presenten.
Es la capacidad de mantener la calma y el enfoque en medio de la adversidad ya que no podemos controlar lo que nos sucede pero si como respondemos a ello, ahí es donde se basa la verdadera fuerza, en la habilidad de enfrentar los problemas sin dejar que te dominen las emociones o el miedo.
La fortaleza no se construye impidiendo o evitando los retos, sino abrazándolos.
Cada dificultad es una oportunidad para crecer, para aprender a dominar nuestras emociones y volvernos más resistentes.
El dolor y los obstáculos son parte de nuestro día a día, del transcurso de nuestra vida, pero no definen quienes somos, lo que realmente nos define es como los superamos, como nos levantamos, como seguimos adelante y encontramos tranquilidad en medio del caos.